Bueno, ya estoy aquí, aunque por poco tiempo, espero. Es que si apruebo el primer examen, el segundo tiene lugar antes de un mes, o sea que no podré ni respirar hasta casi Navidad suponiendo que apruebe el primero, ya digo; lo cual es mucho suponer. Lo sabré en un par de días.
La verdad, no me ha ido tan bien como esperaba, se han pasado un poco. Creo que han puesto una prueba de un nivel superior al que opositamos De hecho, como parte de la preparación me había estudiado una prueba ya realizada para entrar en un cuerpo superior al que yo intento acceder (esto de entrar en un cuerpo superior no es lo que estáis pensando, ¡no me os distraigáis, oye!), y esa prueba era más fácil que la que han puesto este sábado. Supongo que la han puesto más difícil porque se ha presentado más gente, pero ya les vale.
De modo que salí bastante deprimido de la convocatoria, y como estaba cerca de la plaza Reina Cristina me llegué al Corte Inglés y me compré un cd de Frank Sinatra, que viene siendo mi antidepresivo oficial últimamente. (Sííí, todavía compro cds, ¿vale?)
Por lo demás, ayer logré distraerme un rato, fue mi primer domingo sin tener que estudiar en muchos meses. Rosalía y yo fuimos a ver Flores rotas de Jim Jarmusch, bonita película. Podría haber sido mejor, como siempre con Jarmusch hay cosas que no cuadran o que parece que suceden porque sí, pero con eso y todo me supo a gloria. Bill Murray está inmenso, por mi parte no hay problema con que se encasille en esos papeles de madurito que ha perdido el rumbo, porque le salen muy bien; y las diversas actrices invitadas también están estupendas, sobretodo Sharon Stone y Jessica Lange. Eso sí, no la veáis si no os gustan los finales abiertos.
En fin, volviendo al tema, sería devastador que la paliza que me he dado todo este año no sirviese para nada. Si hay justicia en este mundo aprobaré; lo que me temo es que igual no hay. ¡¡¡Rezad por mí!!! (No, yo tampoco creo en dios, pero si apruebo creeré hasta en la Virgen del Escapulario.)