No muerdo a nadie No soy muy atrevido pero muéstrame tu alma y te la quito de las manos
y la devoro
y te conviertes en leyenda y te vuelves inmortal aunque no quieras aunque te duela
Solía sentirme vivo buscando un tesoro que no estaba allí
Y aquel destello en la cuneta cuánto me excitaba