12 de Septiembre 2003

Ayer murió Johnny Cash

Ayer murió Johnny Cash. No voy a hablar de su vida y milagros ni voy a hacer un análisis de su música. Tampoco voy a decir que estoy trastornado por la noticia, ya era muy mayor y se veía venir. No era un ídolo para mí, no me pasaba el día escuchándole ni tenía la habitación decorada con fotos de él, y obviamente no le conocí en persona, de modo que sería una hipocresía ponerme solemne o lacrimógeno. Pero sus discos me alegraron la vida alguna que otra decena de veces, que no es poco. Así que, si hay algo sincero que yo pueda decir, es: Gracias por alegrarme la vida. (Que no es poco.)

10 de Septiembre 2003

Remedio contra el miedo a la muerte

La nada nos da miedo en relación a nosotros mismos, porque nos imaginamos en ella. Pero la nada por sí sola no debería dar miedo a nadie: "no es nada".

7 de Septiembre 2003

Definición de “Programas del corazón”

Tengo dos y no sé con cuál quedarme; una es: “Un cretino que percibe una suma de dinero por servir de carroña a una manada de hienas”. La otra es: “Putas y puteros”.
La segunda es más concisa pero me traería problemas, así que (ratifico): “Un programa del corazón consiste en un cretino que…” (etc. Me explico, ¿no?)

3 de Septiembre 2003

Cuestión de marketing

Oí a un teólogo decir que la existencia de dios no puede probarse, pero la no-existencia tampoco, de modo que las convicciones de un ateo no son más empíricas que las de un creyente. Es la madre de todas las falacias. Imagina que alguien te dice, por ejemplo: “Tengo un barco de vela”, y tú respondes: “¡Estupendo! ¡Enséñamelo!”, y entonces te suelta: “Yo no tengo por qué enseñártelo; ¡a ver si tú eres capaz de demostrar que no lo tengo!” ¿Qué le dirías a esa persona?: “Anda y que te den morcilla, chaval, que tengo mejores maneras de perder el tiempo”. Pues básicamente eso, a mi entender, es lo que postulaba ese teólogo. Otro ejemplo: te acusan de un crimen sin pruebas, pero te consideran culpable porque no puedes demostrar que no lo has hecho. No es el acusado quien debe probar su inocencia: quienes le acusan deben probar su culpabilidad. Sentido común: quien afirma algo es quien debe probarlo; el hecho de que nadie demuestre lo contrario no significa nada. Es la premisa más básica de la dialéctica.
Razón de más cuando se trata de algo intangible como el concepto de dios. En principio, cuando algo no puede verse, oírse ni tocarse, todo indica que no existe; ¿por qué debe uno probar la no-existencia de algo que a priori no existe? Si tú crees que existe, eres tú quien debe probarlo, listillo. Y sin embargo, la humanidad lleva miles de años tragándose esta falacia. Primero dan por sentada la existencia de un ser superior y luego te cargan a ti el muerto de probar lo contrario: es perfecto. En su favor alegan la inmensa cantidad de gente que cree en ello. O sea, que al final no es más que una cuestión de marketing. “5.000.000.000 de fans de dios no pueden estar equivocados”. Ni Elvis Presley lo hizo mejor.

1 de Septiembre 2003

De aquí a 20 años

De aquí a veinte años, todos estaremos obligados a aparecer en Televisión si Ésta así nos lo requiriese. Negarse a aparecer se considerará delito de Ocultación de Información, con pena de cárcel; nada debe ser ocultado a la Información. En cualquier momento podrán entrar los cámaras en tu casa; si no les abres, tendrán derecho a echar la puerta abajo. Cientos de cámaras recorrerán las calles las veinticuatro horas del día, entrando allí donde consideren oportuno. Si te preguntan algo ante la cámara no podrás negarte a contestar, y si se descubre que no has dicho la verdad, podrán ponerte las esposas y llevarte detenido a un plató de Televisión, donde se te juzgará ante un jurado de periodistas.

Jane’s Addiction

En Flaix TV están poniendo varias veces por semana el nuevo clip de Jane’s Addiction, “Just because” (en los demás canales no lo he visto). Resulta extraño verlo, es como encontrarte por la calle con aquel amigacho tan loco a quien perdiste la pista hace tiempo y, en realidad, tampoco te molestaste demasiado en buscarle. El tiempo da y el tiempo quita, y aquello que una vez significó tanto para ti deja de hacerlo sin que te des cuenta. A finales de los 80, Jane’s Addiction fueron como una fuga radiactiva silenciada por las autoridades. Pasarían unos años hasta que la gente notase los efectos, pero el daño ya estaba hecho. Transgredieron todo estilo conocido hasta entonces. Nadie sonaba como ellos; nadie vestía como ellos. No eran heavies de cuero y tachuelas; no eran heavies de laca y rimmel. No eran rockeros de carretera a lo Springsteen ni hippies activistas a lo Bono. No eran punks. No eran siniestros. Y desde luego no eran poperos. Nadie sabía qué demonio eran; parecían salidos de un frenopático. Nunca habías oído música como aquella. No podías decir “se parece a” o “me recuerda a”; aquello no se parecía a nada, era raro de cojones. Podías deducir sus influencias, pero no podías meterlos en ningún saco (¿algo de punk?, ¿algo de rock duro?, ¿un aire siniestro?, lo que tú quieras: el conjunto era mayor que la suma de las partes). Más tarde, los medios lo llamarían “rock alternativo”; más tarde vendrían Nirvana, Smashing Pumpkins y demás. Pero los Addiction fueron los primeros. Eran únicos, y el mundo aún no se había enterado. Eso lo hacía mejor. Escuchar a Jane’s Addiction era saber algo que los demás no sabían. Recuerdo cuando les vi en Zeleste en el 91 con tanta emoción como si hubiera visto a Jimi Hendrix o a los Doors: ahí estaban aquellos tipos que cambiarían el rock. Allí se estaba cociendo algo grande, y en el futuro sólo unos pocos podríamos decir que habíamos estado en el ajo.
Bien, todo eso terminó hace ya tiempo, han pasado casi quince años… Entonces ¿por qué vuelvo a sentir aquella excitación al ver su nuevo clip, por qué se me ponen los pelos de punta y no puedo parar de sacudir la cabeza? ¿Por qué, si ya no transgreden nada, si ya no tienen el morbo de lo extraño, si ya no pueden sorprenderme? Pues porque, a pesar de todo y ahora más que nunca, siguen siendo únicos. Sólo tienes que oír la radio un par de horas para comprobarlo.